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(Fecha: 19/09/2001)

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Firma:Pablo T. Spiller
[ P ]Las privatizaciones han tenido un impacto directo en la disminución de la mortalidad infantil

PRIVATIZACIONES, AGUA Y SALUD
CATEDRáTICO, UNIVERSIDAD DE CALIFORNIA, BERKELEY, Y DIRECTOR LECG LLC

** Nota **La concesión del servicio de agua potable en la provincia de Buenos Aires ha llegado a un nivel crítico. El conflicto entre el operador y el gobierno provincial se ha agravado con declaraciones públicas crecientes. Similares conflictos han ocurrido en Corrientes, Mendoza y Córdoba, y con menores decibeles en la Capital Federal. Los gobiernos provinciales y los operadores amenazan con llevar el conflicto a sus últimas consecuencias -juicio contra los entes concedentes y toma de la operación por parte de los gobiernos provinciales-. La cancelación de la concesión es normalmente apoyada por sectores políticos opuestos a las privatizaciones, y por sectores políticos oportunistas que ven a esta acción como la forma de apropiarse de los desembolsos e inversiones realizadas por los operadores. Normalmente, la posición de los operadores es que la concesión no parece ser viable económicamente. Sin embargo, antes de que conflictos de este tipo deriven en la toma de la posesión por parte de las provincias, es importante que los políticos no se dejen llevar por consideraciones oportunistas ni populistas antiprivatizaciones y que consideren las ventajas claras que las privatizaciones de sistemas de aguas han generado al país.
Hasta ahora el énfasis en la discusión sobre las ventajas o no de las privatizaciones se ha basado en los beneficios claros observables en telecomunicaciones, electricidad y gas. Mejor servicio, introducción de nuevos productos, entrada de nuevos competidores, precios más razonables, mayor responsabilidad del operador frente al consumidor. Pero todas estas mejoras han estado asociadas parte a la privatización y parte a la creación de mercados competitivos. En el caso de agua y saneamiento, las privatizaciones no han generado un mercado competitivo. Más aun, como en la mayoría de los países del continente, excepto Chile, las privatizaciones de agua en la Argentina se han basado en marcos regulatorios específicos para cada concesión, otorgando la posibilidad de una renegociación continua de la concesión, y por ende en una sucesión continua de conflictos regulatorios.
Sin embargo, en el medio del caos regulatorio de este tipo de concesiones, de las dificultades contractuales, amenazas y contra-amenazas, resultados preliminares de un estudio reciente de investigadores de la Universidad de California, Berkeley, y de la Universidad DiTella, de Buenos Aires, muestra en forma contundente que el servicio de agua potable a lo largo y ancho del país ha mejorado sustancialmente, teniendo un impacto de primer orden sobre la mortalidad infantil.
Durante la década del 90 se han realizado aproximadamente 30 privatizaciones. Estas privatizaciones han tenido lugar tanto en localidades grandes como pequeñas. Desde la ciudad de Buenos Aires hasta pueblos pequeños de 2.000 habitantes en las provincias. La variedad no es sólo de tamaño, sino también de tiempo. Comenzando con la privatización de Aguas Argentinas, las provincias han desarrollado un proceso de privatización importante durante la década del 90. Es esta experiencia que el Dr. Paul Gertler (colega mío de la Universidad de California, Berkeley) y sus coautores de la Universidad DiTella, los Dres. Sebastian Galiani y Ernesto Schargrodsky, aprovecharon para estudiar el impacto de las privatizaciones en el acceso a servicios de agua y el subsecuente impacto en la mortalidad infantil. Ellos encontraron que entre 1991 y 1997, como resultado directo de las privatizaciones de agua, y controlando los movimientos generales en los demás sistemas de agua potable, la proporción de familias con acceso al mismo se incrementó en un 15%. En promedio, las poblaciones sin privatizar aumentaron su proporción de familias con acceso a agua potable en menos de un 6%, mientras que las poblaciones privatizadas lo aumentaron en un 21%, más de tres veces tanto. Este aumento tan significativo en la proporción de familias con acceso a agua potable no es solamente interesante desde el punto de vista comercial y de inversiones -algo que estos días es de alto interés público-, sino también desde la perspectiva de salud.
El estudio demuestra que las privatizaciones han tenido un impacto directo en la mortalidad infantil. Gertler y compañía encuentran que la mortalidad de chicos de 0 a 4 años se redujo en aproximadamente un 5% debido a las privatizaciones de agua. Esto es, en las localidades donde hubo privatizaciones de agua, la esperanza de la tasa de mortalidad es 5% inferior a las localidades en las que no hubo privatizaciones de agua. Dado que 20.000 niños mueren en la Argentina por año por razones de salud, el estudio concluye que si las privatizaciones de agua se hubiesen dado en todas las localidades del país, las mismas habrían reducido las muertes infantiles en aproximadamente 1.000 niños al año. Este resultado debe ser tenido presente al pensar la forma en que los gobiernos provinciales pueden llevar adelante el manejo de los sistemas de agua potable



DIA18 MES09 ANO2001 20010918 ANO01


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